Burgos (31-07-2011)

Burgos, es la ciudad cabeza de Castilla y es el punto clave en el Camino de Santiago, guarda bastantes joyas de la arquitectura gótica española.
La ciudad tiene más de 150.000 habitantes, donde perdura un conjunto urbano plagado de obras de interés para las personas que les encanta la historia y el arte, una visita es especialmente adecuada para quien esté interesado en conocer el gótico español.
Monumentos, arcos, murallas y otros restos históricos abundan por todo el casco urbano de Burgos.

La ciudad se ubica a 860 metros de altitud sobre el nivel del mar, en plena Castilla, en los márgenes del río Arlanzón, es el principal núcleo urbano en el camino de Madrid a Cantabria. Junto a su acreditada calidad artística, Burgos posee una atractiva oferta culinaria, buena hostelería y una relativa actividad económica que le ha permitido un lento crecimiento, que se puede observar en su desarrollo urbano.
Las flechas de la catedral, de Juan de Colonia, presiden desde el medievo la vida burgalesa.
Aunque hay constancia de restos romanos en la zona, el verdadero desarrollo urbano de Burgos comenzó en el medievo. En las orillas del Arlanzón surgió un poblado en el año 884, fundado por el conde Diego Porcelos. En el año 920 se le consideraba con categoría de ciudad; en el 931 el conde Fernán González le concedió un escudo y la denominación de cabeza de Castilla.

A partir de 1.037 pasó a ser residencia de la corona Castilla, manteniendo un acelerado crecimiento, hasta el siglo XIV, asentado en buena medida en su riqueza agraria y el comercio de la lana. Las dificultades económicas registradas por España durante el siglo XVII afectaron notablemente a las áreas urbanas de la meseta Norte, muchas de las cuales tuvieron una evolución marcadamente decadente. Burgos tenía en 1575 20.000 habitantes; en 1594, 13.000; en 1611, 7.600, y en 1646, 3.000.
Al igual que muchas otras ciudades del interior, Toledo, León, Salamanca, etc. En el siglo XX ha crecido su entramado urbano sobre la base del despoblamiento de su territorio circundante, también cargado de historia, que ha perdido número de habitantes. Aunque el comercio y el turismo, mantienen viva esta ciudad cabeza de Castilla.

Monasterio Santo Domingo de Silos (30-07-2011)

El Monasterio de Santo Domingo de Silos se halla ubicado en la parte oriental del pequeño valle de Tabladillo en la gran meseta castellana. El primer documento conservado del Archivo de Silos, data del año 954.
Desde el siglo X, el monasterio se llamaba Monasterio de San Sebastián de Silos se encuentran documentos que hacen referencia.
Sin embargo, en tiempos de Almanzor, el monasterio de Santo Domingo de Silos cae en gran decadencia material y espiritual. En esos años, sobre el 1041, hace presencia, de la mano del rey Fernando I de Castilla, el monje riojano Domingo. Es nombrado abad de Silos y, en treinta y dos años, con su ímpetu restaurador, levanta a Silos en sus edificios y en su comunidad.








Se levanta el claustro románico extraordinario, y brilla el scriptorium de Silos con obras como el Beato de Silos, hoy en el Museo Británico.
La Baja Edad Media coincide con una etapa menos brillante de la Abadía castellana. Pero, en 1512, el monasterio de Silos se adhiere a la Congregación Benedictina de Valladolid y se va formando el monasterio moderno al lado del medieval: muralla perimetral; ala sur para las celdas individuales de los monjes; la capilla de Santo Domingo; la iglesia neoclásico-barroca.
En 1835, en noviembre, obedeciendo el decreto de exclaustración del gobierno de Mendizábal, se dispersa la comunidad y se interrumpe la vida monástico benedictina de Silos a lo largo de cuarenta y cinco años.
En Diciembre de 1880, un grupo de monjes benedictinos franceses de la Abadía de Ligugé, salvó a Silos de la catástrofe total al elegir las ruinas de Silos como su refugio.
Estos monjes fueron restaurando con esfuerzos casi heroicos el Monasterio de Silos; y, con la restauración material, intentaron recuperar parte de los restos culturales. Encontraron 14 manuscritos medievales; muchos diplomas, también de la Edad Media; y casi todo el archivo de la Edad Moderna.
Desde entonces, en el siglo XX hasta hoy, la comunidad de Silos ha tenido y tiene una gran vitalidad: con su testimonio, con sus aportaciones a la cultura.
Silos ocupa un lugar importante en la Orden en el mundo actual.










Por lo que se refiere a su aspecto exterior, en sus edificios monasteriales, Silos se compone de dos monasterios yuxtapuestos, en torno a dos claustros: a) el medieval; y b) el moderno o clásico-barroco; con la iglesia al Norte, y la gran ala Sur, o zona habitacional, con las celdas de los monjes. Esta parte sufrió un desafortunado incendio en 1970, y se redujo a cenizas. Pero bajo la dirección de Bellas Artes, se restauró entre los años 1971-72. Desde entonces Silos es un gran monasterio a la vez histórico y funcional.